miércoles, 25 de abril de 2012

LODOSA VISTA POR LOS ALUMNOS

Queridos compañeros, queridos alumnos. “Lodosa visto por los alumnos”. Hoy es el colofón de un bonito proyecto común. Hoy recogemos lo que hemos estado sembrando desde hace meses. Y la cosecha no ha podido resultar más fructífera, más gratificante. Este libro es una mirada. Una mirada llena de cientos de miradas. La mirada subjetiva. La mirada de la niñez, curiosa, ingenua, íntegra, plena de la sinceridad, repleta de los matices. Y otra mirada, y otra, y otra. Una mirada aglutinadora de todos los sentidos y de todas las sensaciones. El dulce sabor del pimiento del piquillo, la emoción temerosa del toro con soga, la ilusión de las barracas, la alegría del roscón de San Blas, el cosquilleo y la explosión del cohete, el intrigante toro de fuego, el canto a la amistad en San Gregorio, las leyendas, nuestro reducto de fauna y flora, los edificios y los parajes que nos identifican y que identificamos con nuestra singularidad, el trabajo de nuestros mayores en las empresas, las instalaciones deportivas. Esa mirada es el ser de Lodosa. Nuestra esencia. Nuestra comunión. Nuestros lazos que vienen de la infancia para abrazarnos en cualquier edad, en cualquier rincón recoleto de Lodosa, que es él y es ella. El pueblo y la villa. El individuo y la comunidad. La persona y el todo. Porque la mirada de un niño y de una niña pueden obrar el milagro de la convivencia de unas gentes que disfrutamos de un ancestral mandato que nos legaron nuestros abuelos: vivir y convivir, avanzar en el vehículo de la amistad. Este es el mensaje de “Lodosa visto por los alumnos”. La mirada limpia. La mirada edificante. La mirada de Lodosa. Rebicolo